capitulo 16

Jenny siente rabia por haberse dejado convencer por Vido pero es que lo mira los ojos y esa mirada y con su sonrisa Vido siempre logra lo que quiere. Se consuela sabiendo que quedó humillado ante su padre.
--conociendo a Martín no pude encontrar nada que lo lastimara más.
Se consuela con eso:
--¡¡pero no quiero saber de ninguno de esos malditos hermanos¡
Piensa en Aquiles.
--Es tan lindo... ¡¡fui una tonta¡ ¡¡debí ir a la fiesta con él y no estar pensando en el maldito de Ovidio¡
Aquiles da vueltas por las calles. Se siente un perdedor. Las dos últimas chicas con las que ha salido le han dejado plantado.
--¡¡es que tan feo soy?¡
Le llaman. Toma su celular sin ganas pero se emociona al ver que es Jenny.
--¡¡me tuviste preocupado¡ ¿¿qué pasó? ¡¡he tratado de llamarte pero nunca me has tomado la llamada¡
A Jenny le duele mentirle pero siente que él es el único que la puede ayudar.
--es que se enfermó mi abuelita... No sabes que pena haberme perdido la fiesta.... ¿nos vemos ahorita? Tengo ganas de verte....
Aquiles con cara de depravado y muy contento dice:
--¡¡si... sí...¡


Sebastián llega en su moto a donde lo de Lucho. Se baja y con moto y todo llama al timbre. La voz de Lucho suena ansiosa.
--Sebas?
--si, soy yo.. ¡baja¡ ¡¡trae toda la plata que tengas¡ --dice muy brusco.
Lucho lo estaba esperando ansioso.
--¡¡ya cumpliste tu venganza?¡ ¿¿¡te vienes a quedar conmigo?¡
Sebastián lo mira burlón:
--y la plata...?
Lucho le da todo lo que tiene.
--no tengo más.
Sebastián se lo guarda satisfecho.
--Con esto podré desaparecer una temporada...
--¿nos vamos?
--No, yo me voy...
Lucho está confundido:
--creí que te ibas a quedar conmigo... que si te ayudaba...
Sebastián no lo deja seguir:
--yo te ofrecí un polvo...
--No me dijiste lo que yo quería y un polvo pues ya lo tenias...
Lucho ha hecho algo de lo que se arrepiente pero con la ilusión que al ser complacido Sebastián se quedara con él pero no sólo no se va sino que se lleva su plata.


Cuando Aquiles llega a casa Luís lo estaba esperando dando saltos sobre la cama. Se ha encerrado en seguida para que su madre no sospechase pero está demasiado eufórico como para quedarse quieto. Aquiles lo mira sorprendido pero le gusta verlo feliz. En los últimos días siempre lo veía enojado y el cambio le gusta. No hace falta que pregunte. Nada más verlo Luís le dice feliz:
--¡¡ya no soy virgen¡
--¡¿en serio?¿y como ha sido? ¿no te habrás metido en un lio? dice Aquiles en una mezcla de cariño, orgullo y preocupación.
--¡¡si, fue gracias a Vido¡¡
--¿y como fue eso? ¿no que lo odiabas? --sorprendido.
A Luís no le gusta que un hermano suyo se acueste con otros hombres. Se le hace raro. No quiere reconocer que lo quiere mucho y que le duele estar enojado con él y aunque ahora le está agradecido por la ayuda no quiere dejar de estar enojado con él.
--¡¡Vido ya no es mas mi hermano, no quiero un hermano gay¡ ¡¡no lo pienso perdonar¡
Aquiles ya está perdiendo la paciencia:
--¿perdonar? --le da golpes en la cabeza-- ¡¡¿como tienes la cabeza tan dura?¡ ¿¿es que no vas a entender que si alguno de los dos tiene algo que perdonar es él a ti por las burradas que estás diciendo¡?
Luís mira a su hermano con mala cara y no quiere seguir con el tema.
--¡¡no me estropees el día más feliz de mi vida¡
--esta bien... cuéntame¡ ¿¿quien fue ella? ¿que tal?
-- ¡¡lo hice con una ramera amiga de Vido¡ ¡¡y dijo que en la cama yo era mejor que él¡
Luego se lo piensa:
--bueno es que igual siendo gay no hay nada de que sentirse orgulloso...
Los dos hermanos están sentados en la cama. Aquiles le pone la mano en el muslo muy fraternalmente:
--¡¡claro que si no importa sí eres mejor o peor que Vido... lo que cuenta es que a ella le gustaste y eso quiere decir que vas a repetir...¡
Luís se tumba en la cama con los brazos haciéndole de almohada.
--soy un hombre... ya me ha dejado seco... Voy a dormir 12 horas seguidas... estoy agotado...
Aquiles se tumba a su lado. Los dos se miran con cariño.
--me alegro que estés tan contento, ahora no debes olvidar a quien le debes tanto...
--¡¡no quiero hablar de Vido¡ --dice Luís dándose la vuelta.
Aquiles lo acaricia, le habla con cariño:
--¿pero que se supone que te ha hecho Vido para que estés enojado él? ¿¡como puede ser que te moleste tanto que sea gay?¡
Luís lo mira serio:
--ser gay está muy bien pero no sí es el hermano de uno... ¡¡entonces ya no es tan bueno¡
Aquiles le pone la mano en los hombros a Luís muy cariñoso:
--Vido lo está pasando mal. Entendería el rechazo de papá pero no el nuestro... ¿porqué no vamos un día a tomar algo los 3?
--No, no lo puedo mirar a la cara pues lo veo con otro hombre y no me gusta...
--piénsalo, es nuestro hermano y está sufriendo por tus tonterías...
Luís se vuelve a tumbar en la cama, Aquiles a su lado.
--¿y tú?¿que tal te ha ido el día? --dice Luís para cambiar ya definitivamente de tema.
Aquiles sonríe con cara de depravado.
--¡¡inmejorable... cogí con la amiga que me dejó plantado¡
Los dos hermanos hablan de sus cosas y no prestan atención al timbre. Sale a abrir Elizabeth que aún no sabe que Sebastián se fue. Es Lucho. Elizabeth reconoce al protagonista de la foto. Lo bofetea.
--¡¡es usted una basura...que hace aquí?¡ ¿¿como se atreve? ¡¡mi marido no está¡
Lucho se muestra tímido. Ve el sobre de las fotos en el piso y dice:
--su marido estaba drogado... Él no es gay... No pasó nada entre nosotros... ¡¡todo fue un truco de Sebastián para acostarse con usted¡
Elizabeth se ha quedado casi en shock, no dice nada lo que aprovecha Lucho para contarle todo como fue. En realidad lo que quiere es vengarse de Sebastián , aunque él no se lo confirmó está seguro que
--Solo quería avisarle antes que cometiera la locura de dejarse seducir... Para Sebastián usted es un trofeo. Una vez se acostara con usted, ya no volverá... No le interesa nada más.
Elizabeth no puede creer esto. Va hacia el cuarto.
--¿¡Sebastián ?¡
Lucho ya se siente vengado y huye. Elizabeth se desespera al ver que Sebastián no está y se llevo sus cosas.
--¡¡no puede ser...¡
Se derrumba y llora. No puede creer que todo haya sido una trampa de Sebastián . Llega la pequeña acompañada de la anciana que han contratado para que esté con ella siempre. Por su pequeña Elizabeth se compone, se siente una mala madre. Una basura. Siente que le ha fallado a la niña, a su esposo. La mujer ha visto la cinta que hay sobre la cama de su hijo pero no le llama la atención.