lunes, 28 de junio de 2010

capitulo 39


Miguel se acerca al cuarto de Elizabeth. Ésta llora sobre su cama. Miguel se sienta a su lado:
--hiciste lo mejor... olvida a esos dos depravados...
Elizabeth siente a Vido su hijo y le duele haberlo lastimado. Abraza a Miguel llorando. Éste le pone la mano en el vientre a ella:
--ahora debes pensar en este bebé que es quien más te necesita...
--¡¡no quiero que Sebastián sea su padre...¡
--¿y si quieres que lo sea yo? --pregunta Miguel amoroso.
--tu? podrías olvidar lo que pasó?
--si lo haces tú... Me gustaría que olvidaremos todo lo que pasó y tratemos de salvar nuestro matrimonio y ser unos padres para ese pequeño o pequeña que está en camino...
Su bebé es lo que más fuerza le da a Elizabeth:
--niña... será mi primera niña --dice ilusionada.
Miguel y Elizabeth se aferran el uno al otro tratando de recuperar ese amor que una vez sintieron.
--sobretodo que mis hijos no sepan nada de este bochorno, ni de lo de con tu hermano, ni de lo otro...
--pero yo creo que es mejor que todo se sepa...
--en todo caso que se los diga Vido...
Miguel se muestra sonriente:
--está bien... si los dos lo olvidamos todo pues adelante...
Aunque Elizabeth no está demasiado para demostraciones amorosas no rechaza las caricias de su esposo y acaban besándose apasionadamente.


Vido se ha desmayado en brazos de su amado. Sebastián se angustia mucho.
--Vido ¿que es esto?¿¿que te pasa? Mi Vido... mi amor ¡¡Contesta¡
Empieza a gritar mirando hacia la ventana en la que vive Martín.
--¡¡Ayúdenme que mi Vido se siente mal¡
Pero nadie le hace caso y menos Martín. Sólo ha sido un pequeño desvanecimiento, Vido en seguida recupera el conocimiento. Es él mismo el que calma al desesperado Sebastián. Con un hilo de voz
--No es nada... ayúdame...
Sebastián lo ayuda a incorporarse. Vido se tambalea un poco pero Sebastián está allá para sostenerlo. Lo aguanta con sus brazos y muy dulce le dice:
--mañana mismo vamos al doctor...
--Está bien veremos que pasa con la vaina esta...
--puedes caminar? --le pregunta Sebastián en un tono de voz muy cariñoso y protector.
--sí, pero ¿me ayudas...? --tímido y con ganas de que lo mimen.
--siempre... --una sentencia de amor.
Los amantes unen sus cabezas. Se miran con mucho amor. Sebastián le pone las manos en las mejillas:
--te amo y siempre estaré contigo...
Sebastián quiere besarlo pero Vido aparta el rostro y con tristeza le dice:
--aquí no...
Y es que Vido conoce a su padre, Martín estaba ya preparado con un cubo de agua para tirarlo sobre la pareja ya que según él lo están llenando de vergüenza. Sebastián lo ayuda a caminar a su Vido. Se muestra muy dulce con él. Vido se siente ya a salvo cuando están en el auto. Sebastián le agarra de las manos y se las besas. La ternura y el amor de su amado es lo único que alivia el corazón del Vido.
--¿y ahora que hacemos...? ¿hablarás con tus hermanos...? --le pregunta dulcemente Sebastián .
--No... --gime Vido roto de dolor-- ya no puedo recibir más...
Vido llora y Sebastián lo acaricia amoroso y con mucha angustia le dice:
--me duele mucho que mi amor te haga mal...
Vido le sonríe tiernamente, lo besa en los labios:
--tu amor es lo más maravilloso que he tenido nunca... no es tu amor lo que me hace mal... es la incomprensión de los demás...

Elizabeth y Miguel se han dejado llevar y están haciendo el amor. Luís y Aquiles juegan con la pequeña Xiao-xiao para entretenerla.
--desde luego éstos menudas horas de co...
Luís no acaba la frase porque Aquiles le pone la mano en la boca:
--hermanito... no es el momento --dice mirando a la niña.
--Eso sí yo ...¿¿no podrían hacer en la noche como todo el mundo? --se queja Luís.
Aquiles le revuelve el pelo a su hermano divertido aunque Luís se enoja. Aquiles cariñoso le dice:
--¡¡que manía la tuya de meterte siempre en la vida de los demás¡
Miguel no tarda en salir. Tiene cara de felicidad. Luís no le dice nada. Aquiles le pone la mano en el hombro y le dice:
--me alegro que todo esté bien con mi mamá...
Miguel le dice a su pequeña hija que vaya con mamá. Mira a los dos hermanos y muy serio dice:
--Ovidio no volverá a esta casa así que cualquiera de los dos puede ocupar su cuarto...
--pero qué pasó? --Aquiles.
--¡no volverá y punto¡
Miguel los deja solos. A Luís le encanta la idea de ocupar el cuarto de su hermano mayor y Aquiles le deja. Le preocupa más saber de Vido.
--¿¿que estará pasando?
Algo incomodo, Luís le dice:
--seguro que se fue a vivir con un hombre...
Aquiles pregunta tanto a Elizabeth como a Martín pero no aclara nada.
--algo muy gordo pasó --le cuenta Aquiles a Luís que ya está en su nuevo cuarto.
--Te lo dije... se descubrió que es gay y lo odían... normal ¿no?
A Aquiles le desespera no saber de su hermano.
--¡¡iré a buscarlo donde lo de Juan¡
Luís prefiere no averiguar si sus sospechas son ciertas:
--déjalo que sea él quien nos busque... Si no lo hizo por algo será...

Aunque no es algo que le apetezca, Sebastián se queda en casa de Juan con su Vido. Éste les cede la cama.
--Yo me quedo en el sofá...
Sebastián se siente incomodo.
--no me parece...
Pero Vido necesita estar tranquilo y con él. Se lo suplica. Ya a solas en su cuarto Vido lo besa y lo acaricia. Sabe que solo el amor y el sexo lo va a relajar.
--aquí no... no puedo hacerlo en la misma cama en la que lo hacías con él... --jadea Sebastián .
Vido le pone la mano en las mejillas:
--no me hagas esto... ahora te necesito más que nunca --le suplica con desesperación.
Sebastián lo ama con la ternura que necesita y con la pasión que lo relaja. Vido se olvida de todo y es feliz en brazos de su amado.
--¡¡como te amo... sin ti mi vida no tiene sentido...¡ ¡¡es por ti por quien vive¡ --jadea Vido en el momento de placer.
--Mi Vido... Mi Vido --jadea el otro.
Juan tiene un nudo en el estomago. Se le hace raro que Vido esté cogiendo con el hombre que ama y en su cama. Se pone la música muy fuerte para no oír los jadeos. Luego de la explosión de placer Vido está más tranquilo. La felicidad que ve en los ojos de Sebastián es lo único que necesita. Se miran con mucho amor mientras sus manos está unidas acariciándose. Hablan más tranquilos de todo lo que le ha ocurrido. Vido no puede ver a Elizabeth como otra cosa que no se su madre y le tranquiliza que sus hermanos si sean sus hermanos más por lo que dirán ellos que no por otra cosa.
--se los piensas decir...?
--No, creo que es cosa de mamá... Es un secreto de mis padres.
A Vido por un lado le calma el hecho que el bebé que espera Sebastián no sea su hermano pero a la vez le entristece. El tener a un ser con la sangre de los dos es lo que animaba a Sebastián a querer luchar por él.
--es una faena... a mi me hacia ilusión un bebé con nuestra sangre... no es tu hermano...
--pero es tu hijo... --dice Vido cariñoso.
--pero era mi consuelo para este error... Lo único que aliviaba el haber hecho tanto daño.
Vido acaricia las lágrimas de su amado y muy cariñoso le dice:
--tu hijo y el mío nacieron de un error pero nacieron de nosotros y los tenemos que querer... yo almenos quiero mucho al mio.
--Yo dejaré que sea Elizabeth la que decida... si Miguel le da su apellido pues por mi está bien.
Vido le besa la mano:
--si renuncias a tu hijo puedes arrepentirte toda la vida.
Sebastián lo mira enamorado:
--si te tengo a ti no necesito nada más.
Vido le sonríe complacido y los dos se besan a puro fuego. Son todo amor.


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