lunes, 28 de junio de 2010

capitulo 41



Aquiles queda impactado al saber que Vido está con el cuñado de su madre y según parece padre de su hijo. Sebastián es afectuoso con Aquiles:
--tu hermano ya ha tenido bastantes dosis de desprecio espero que...
Aquiles no lo deja seguir, mira a su hermano con cariño y extiende su mano ante Sebastián . Se la encaja.
--si lo haces feliz no tengo nada que opinar.
Sebastián sonríe cariñoso y se abrazan ante la mirada de Vido. Aquiles no hace reproches. No hace preguntas.
--te traje tus cosas... tu celular... quiero que estemos en contacto...
--¿te vienes...? hoy nos mudamos...
--si claro... quiero ver donde vives...
--¿y que sabe Luís?¿como lo ha tomado? --Vido preocupado.
Aquiles se muestra sonriente:
--no te preocupes por él... Haz tu vida..
--No le gusta que sea gay ¿no?
--Se le hace raro pero se está acostumbrando.
Vido habla con tristeza, le duele que su hermanito tan querido también lo rechace. Aquiles le habla con simpatía. No quiere trasmitirle angustia. Vido esta tomado de la mano de su amado. Alzándola un poco le pregunta a Aquiles:
--crees que Luís entienda...?
--no, no lo creo --le dice Aquiles con una tierna sonrisa.
--pues no sé lo digas... --triste-- ya me odía demasiada gente.
Aquiles le pone la mano en el hombro.
--yo te quiero... eres mi hermano.
A Vido le hacen muy bien sus palabras. Se abrazan calidamente. Sebastián suspira aliviado de que almenos su Vido cuente con el apoyo de uno de sus hermanos. Los amantes junto a Aquiles y Juan miran el apartamento.
--es bonito --dice Sebastián -- nunca he vivido en un sitio tan bonito y con muebles...
Vido lo abraza:
--es nuestro hogar...
Vido lleva ya su maleta, Sebastián siempre carga sus pertenencias en la moto. Se quedan allá. Firma Vido el contrato, se despiden de JUan y Aquiles.
--al fin solos --dice Sebastián .
--¿y que se te ocurre que hagamos?
Los dos hablan mirándose con cara de sexo, con voz sensual.
--una ducha...
--ya me he duchado esta mañana --dice Vido con ironía y apasionado.
--¿y no te puedes volver a duchar...? --guiñándole el ojo y desabrochándole los pantalones.
--si te duchas conmigo...
Se devoran con la mirada y con las manos. Van a la ducha, el uno disfruta enjabonando el cuerpo desnudo del otro. Se besan y caen en la cama haciendo el amor. Luego hablan, están felices en su mundo, solo les importa ellos dos. Luego del placer hablan el uno al lado del otro tomados de la mano, mirándose con amor.
--¿te das cuenta, mi Vido? Es nuestro hogar... Ya tenemos casa... ¡¡somos una pareja oficial¡
Vido lo mira enamorado. Está tan feliz que no es capaz de decir nada.
--para que todo sea perfecto nos tenemos que ocupar de tu salud...
Vido lo mira pícaro:
--si, me gustaria ser tan activo sexual como antes... Ahora me canso mucho...
--que tonto eres¡ --divertido.
--pero igual me amas ¿no? --Vido de broma.
Sebastián hace que se lo piensa pero luego ríe y con una dulce voz de enamorado le dice:
--mi Vido... nunca amé a nadie.
La pareja se besa y se abraza con emoción.
--te pedí un turno con el doctor...
--No será el de la baja falsa ¿no? –Vido riendo.
--No, otro... pero es de confianza... Vamos mañana... tenemos que ver lo de la anemia...
Vido y Sebastián se miran tranquilos. Están juntos y ya no tienen nada que temer.





Van al doctor los dos juntos. Se presentan como lo que son, una pareja. Es más bien Sebastián el que habla porque Vido da por hecho que tiene anemia. Sebastián le habla de la falta de hambre, la orina oscura, el agotamiento, los mareos... El doctor le mira el brazo serio:
--siempre ha tenido las venas así de agrandadas...?
Vido se las mira raro. No se había fijado.
--No, creo que no.
Pero no le da importancia. Sebastián levanta el jersey a su amado:
--a mi lo que me preocupa es esto... --dice tocándole el abdomen.
El doctor lo hace sentarse en la camilla. Lo hace una buena exploración. Le mira bien los ojos. Le hace algunas preguntas.
--es solo una anemia... --asegura Vido.
Sebastián ve al doctor serio.
--hay algún problema...?
El doctor no da ninguna pista:
--tenemos que hacerte algunas pruebas...
--bueno... por una anemia... un análisis de esos ¿no? --Vido.
Sebastián estrecha la mano de su amado:
--pasa algo doctor...?

Vido se asusta un poco cuando le comienzan a decir un nombre de pruebas que le realizan junto a los análisis de sangre: que si radiografías de tórax y abdomen, angiogramas, escanogramas... Sebastián y Vido están el uno al lado del otro.
--¿¿todo esto por una burda anemia? --pregunta Vido algo sorprendido.
Sebastián empieza a sospechar que su amado tiene algo más serio pero prefiere no decir nada. Fuerza una sonrisa para mostrarse tranquilo ante su amado. Cuando el doctor les dice que necesita de una biopsia para confirmar los resultados es que los amantes reaccionan. Sienten como un escalofrío les recorre el cuerpo. Sus manos se agarran con más fuerza. Vido no se atreve a decir nada.
--Una biopsia... pero entonces ¿es algo serio? --Sebastián
--No, nos adelantemos... --doctor.
La seriedad del doctor los asusta:
--tan grave es...? –Sebastián preocupado.
Los amantes se refugian el uno en brazos del otro. Junto nada les asusta.

La noche antes de la intervención está abrazados muy juntos.
--¿tienes miedo? --le pregunta Sebastián muy dulce.
--a tu lado nunca --enamorado.
Los dos se funden en un calido beso. A primera hora de la mañana como una pareja de enamorados más salen los dos juntos de su apartamento. Aunque traten de disimularlo tienen miedo. Momentos antes de entrar en el quirófano, como Vido ya está en la camilla y Sebastián no le suelta la mano Vido lo mira preocupado. Sebastián le besa la mano y con todo el amor que siente le dice:
--yo estaré a tu lado... pase lo que pase estaré a tu lado...
Vido lo mira asustado:
--¿es que crees que va a pasar algo?
Sebastián le tiene la muy agarrada muy fuerte:
--no claro, que no...
La mirada de pánico de Vido mientras lo llevan a quirófano se le clava a Sebastián en el alma. Se le hiela la sangre:
--No puede tener nada malo... ¡¡no puede¡
Unas lágrimas deslizan por sus mejillas. Está aterrado.

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