viernes, 25 de junio de 2010

capitulo 18



Elizabeth sufre una fuerte impresión al verse convertida en la protagonista de un film pornográfico.
--¿¿que es esto? ¿¡¡como Sebastián me hizo algo así?
Lo que más le preocupa es Miguel.
--¿¿lo habrá visto?¿y porque lo tenia Vido?
Piensa que tal vez Vido la haya interceptado antes. Lo primero que hace es tirar el cd al piso. Se pone su zapato de más tacón y acaba con ella. Le da con odio.
--¡¡maldito seas Sebastián ¡ ¡¡maldito¡
Se siente más tranquila cuando ya esa grabación está destruida.
--¡¡Tengo que hablar con Vido¡
Quiere saber como llegó eso a sus manos y sobretodo asegurarse que no haya más copias. Vido tiene el celular fuera de cobertura.
--¡¡maldita sea¡
Le pone muy nerviosa no saber lo que planea Sebastián , que está pensando Vido. Le atormenta haber gozado en la cama con el hermano de su marido, un hombre que ha sido capaz de grabar y mostrar un dvd de los dos juntos con todo lujo de detalles.

Vido está muy atormentado. No deja de beber. Está muy herido. Se siente traicionado por Sebastián y en parte también por su madre ya que no sabe si ella se prestó o no para ese dvd. Incluso piensa en la posibilidad que su madre supiera que han compartido amante y no le importara. Se seca sus lágrimas.
--¡¡no, es imposible...¡ ¡¡si a mí me da horror, a ella también¡
No deja de beber. Está que se cae de borracho. No le quieren servir más y Vido proteste.
--¡¡mientras tenga real me tienen que servir¡
Silvia lo ha visto desde fuera y se acerca a él.
--Vido ¡¡¡¿qué pasa?¡
Vido la abraza riendo por la borrachera.
--¡¡todo chevere... no te preocupes por mi¡ ¡¡ven... bebe conmigo¡
Vido le ofrece una copa pero ella la rechaza. El camarero le pide que se lleve a Vido. El chico está muy borracho y a Silvia le cuesta que no se le caiga.
--ven, que te llevo a tu casa... --dice ella mientras lo mete en el auto.
--No a mi casa no... ¡¡vamos a la tuya¡
Dentro de su borrachera Vido parece estar seguro de lo que quiere.
--quiero pasar la noche contigo, quiero hacerte el amor...
Su voz le tiembla. La mira con cara de depravado. Ella se estremece.
--No. no... es muy pronto.
Él la mira con esas caras que pone. Imposible decirle no. Lo lleva a su casa. Vido se pone muy seductor. La besa.
--vamos a tu cuarto... déjame hacerte el amor...
Silvia lo ve demasiado borracho y tiene miedo que luego con la mañana se le haya olvidado todo y se arrepienta.
--a ti te gustan los hombres yo...
Vido es muy apasionado, muy dulce. La calla con sus besos:
--no hables... déjate llevar...
--no quiero que luego me dejes por un hombre --dice ella temblando en sus brazos.
Esos besos, esas caricias. Su voz melosa. Le hacen reabrir la herida de ese primer amor que nunca olvidó. Vido se quita la camisa. Silvia lo encuentra guapísima y se funde en sus brazos. Él la acaricia y le asegura:
--no soy gay... no quiero ser gay...
Está muy atormentado y no deja de repetir:
--no soy gay... no soy gay... quiero cambiar... quiero cambiar por ti... ¡¡quiero quedarme contigo¡
Silvia no se resiste. Vibra al tener a Vido de nuevo dentro de ella.
--¡ojalá sea cierto... ojalá ya no me dejes nunca...¡
Vido no la escucha, se pierde en el placer. Necesita descargar, desahogarse. Luego con amargura pero relajado se queda dormido en el acto. Silvia hubiera querido hablar con él pero está contenta. Lo mira mientras duerme.
--hoy lo supe... Te amo...
Aunque le dolió mucho cuando lo descubrió con Juan, se aferra a él:
--y voy a luchar por ti.
Nunca Silvia duerme tan a gusto como esa noche en la que lo hace en brazos de su amor de adolescencia. Vido despierta bien temprano y con mucho dolor de cabeza.
--¡¿donde estoy?¿que pasó?
Se lleva las manos a la cabeza al verse desnudo al lado de Silvia.
--¡¡no, con ella no¡
Recuerda lo que le dijo la noche antes.
--¡¡soy una basura¡
Teme haberla ilusionado. Se levanta con cuidado de no despertarla. No se atreve a decirle que en esos momentos lo que menos quiere es tener algo con una mujer. Se viste algo aturdido. Se pregunta como llegó hasta ella. En esos momentos de desesperación quiere refugiarse en Juan. Éste se sorprende al verlo llegar con sus cosas.
--y ahora tú?
Vido lo mira con timidez:
--No me hagas preguntas... pero ¿puedo volver quedarme en tu casa?
Juan lo mira enamorado:
--claro... esta es tu casa... Puedes venir a mí siempre que quieras... Yo te estaré esperando.
Juan lo abraza, lo besa. Vido se siente frustrado por sus sentimientos hacia Sebastián . Necesita el calor y la pasión de un hombre. Juan y Vido se desnudan y caen salvajemente el uno en brazos del otro.



Silvia se derrumba al despertar y no encontrar a Vido a su lado.
--¡¡no me pudo hacer eso¡ ¡¡no¡
Pero lo ama y después de la noche que vivieron juntos está dispuesta a luchar por él. Va a buscarlo a su casa.
--espero que viva donde siempre.
Pero luego tiene un mal pálpito.
--No... no puede ir a buscarlo a él. No puede.
Llega al edificio donde sabe que vive Juan pregunta a un vecino:
--el maricon? sí vive en el tercero...
Llega a la puerta. Toca muy nerviosa esperando que no se cumplan sus temores. Vido está en la ducha mientras Juan lo mira con deseo. Tocan al timbre.
--¡¡que fastidio¡
Le encanta ver el cuerpo desnudo de Vido lleno de jabón y como éste desliza sus manos por todo su cuerpo. Vido está concentrado y relajado y no se entera de nada. Aquiles va a abrir envuelto en la sábana. No reconoce a Silvia.
--¿si?
Vido que no sabe que tiene visita sale totalmente desnudo de la ducha y mojándolo todo.
--donde están las toallas...? Me voy un día y lo cambias todo de sitio...
Juan mira a Vido burlón y le dice.
--cariño, tenemos visita...
Vido se queda sorprendido. Busca algo con lo que taparse. Agarra un cojín.
--¿¿qué haces aquí?
--la conoces? --Juan.
A Silvia lo atormentan los celos. Esta rota del dolor. Siente que la historia se repite, que Vido la ha vuelto a matar por dentro. Vido lo sabe y eso lo tiene muy angustiado. No quería humillarla por segunda vez.

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