viernes, 25 de junio de 2010

capitulo 34





Frente al río, Vido y Sebastián hacen su particular juramento. Sebastián acaricia con dulzura la mejilla de su amado mientras le dice.
--Mi Vido... como te amo... Mi Vido...
Vido sonríe satisfecho. Sebastián lo quiere besar pero Vido pone la mano en medio.
--No, aún no señor... --dice divertido-- no me ha hecho su juramento...
--¿el juramento? --pregunta Sebastián enamorado.
Vido habla muy dulcemente:
--sí, tienes que hacer el mismo juramento que te he hecho yo... tienes que repetir lo que yo he dicho...
Como si alguien pudiera oírlos, Sebastián le susurra al oído:
--es que tengo muy mala memoria... No me acuerdo de lo que dijiste.
Vido se finge serio:
--pues tenemos un problema...
Sebastián se echa a reír y Vido lo regaña en broma:
--¡¡oiga que esto es muy serio¡ ¡¡estamos en medio de la ceremonia más importante de su vida¡
Vido habla con ironía y en tono ceremonial. Sebastián se pone serio pero se le escapa la risa. Y Vido sigue hablando en ese tono serio-burlón:
--como que usted me ha caído bien le haré un favor...
Al oído le susurra lo que le tiene que decir. Luego Vido deja el papel de Vido juez para ser el Vido enamorado y muy dulcemente le dice a Sebastián :
--ahora tu... quiero que me jures...
Vido y Sebastián de nuevo se toman de la mano. Sebastián alza la otra y dice con la voz rota de la emoción:
--yo Sebastián juro que nada ni nadie me separará de ti, mi Vido, que lucharé contra viento y marea...
Los dos se miran emocionados.
--ahora sí me puedes besar --dice Vido divertido.
Sebastián y Vido se sonríen dichosos, se abrazan y se abrazan. Los dos desnudos se excitan por el roce. Se miran con mucho amor, hablan muy emocionados:
--ahora ya no nos podemos echar atrás... Es como si estuviéramos casados...
--eso es lo que más quiero... hasta que la muerte nos separe...
Los dos están muy contentos, su voz está llena de amor. Su mirada también. Por el rostro de Vido deslizan algunas lágrimas. Sebastián se las acaricia:
--esta lagrima me la quedo yo para que nunca más vuelvas a llorar ni que sean lágrimas de felicidad...
Vido sonríe enamorado.
--tengo miedo... Me duele enfrentarme a mi madre por amor...
--¿arrepentido? --dice Sebastián acariciando con amor.
--Nunca --le responde su Vido enamorado-- pero tengo miedo... Me da miedo que mi madre esté enamorada de ti... ¿te imaginas? No solo le quito el padre de su hijo sino el amor.
Sebastián tranquiliza a Vido:
--Tu madre no está enamorada de mí... Eso te lo juro yo...
Vido no está seguro y eso es algo que le duele mucho:
--¡¡es que seria horrible...¡ ¡¡ya me duele haberme enamorado del hombre del que espera un hijo pero seria peor si ella te amara¡
Sebastián se siente una basura. Se lleva las manos a la cabeza.
--¡¡fui un tarado...¡ ¡¡por mi culpa he lastimado lo que más he querido en la vida...¡ ¡¡a ti¡
Vido acaricia a su amado. Sebastián le besa la mano. Con mucha ternura Vido le dice:
--el daño ya está hecho y tenemos que vivir con eso... no va a ser fácil para ninguno de los dos...tu hijo será mi hermano y eso es algo que tendremos siempre en medio...
--pero podemos verlo como algo bueno... como un hijo --dice ilusionado.
--ojalá mamá nos deje esta cerca de él pero no sé si nos van a considerar unos buenos ejemplos para nuestros hijos...
Vido está algo triste y Sebastián se muestra optimista para que no se venga abajo. Le tiene las manos agarradas y se las besa:
--Les demostraremos al mundo que no ha habido amor más fuerte como el de Sebastián y su Vido, les demostraremos a todos que el amor es sólo eso... amor y el resto no es nada...
Sebastián y Vido se siguen besando con emoción, diciéndose palabras de miel. A Vido le sigue preocupando los sentimientos de su madre hacia él.
--aquel día que tu llegaste yo vi que nacía algo entre ustedes...
--A mi me hizo gracia seducirla pero no pensaba llegar tan lejos... me hacia gracia la cara de susto que ponía... a lo mejor tu madre en su momento sintió deseo por mí pero te puedo asegurar que en el momento que se me entregó lo hizo solo por rabia y no guarda ningún recuerdo bonito de mí...
Sebastián y Vido se abrazan fuertemente:
--¿y si tu madre te hace elegir entre ella y yo?¿qué harias?
Sebastián tiene miedo de la respuesta pero Vido es muy claro.
--espero que no me haga eso pero tú... siempre eres tú...
Y se besan sonríentes y siguen hablándose de amor.
--¿y si tienes que elegir entre tu hijo o yo?
Y se acarician y hablan.
--Por mi hijo lucharé siempre... si es necesario iré a todos los tribunales para que el mundo entienda que amar a un hombre no te incapacita como padre, que no te hace ni mejor ni peor... Mi hijo y tú son las únicas cosas a las que no pienso renunciar...
Sebastián está muy satisfecho por las palabras del Vido.
--pero no creas que me olvido de esta --muestra su celular-- ¿a quien has hablado?
Vido pone cara de rollo:
--me hubiera gustado no volver a pensar en esto, he estado revisando mis mails (Sebastián piensa que debió asegurarse que no había cobertura) mi hermano me dejó un mensaje en mi mail... si no voy a trabajar mañana estoy botado...
--¿¿qué? ¿no tenias permiso?
--si, de luna de miel pero como no me casé pues mañana tengo que trabajar o pierdo mi trabajo...
--¿y entonces?
--pues tenemos que volver --Vido triste.
Sebastián se aparta de su Vido. Se lleva las manos a la cabeza.
--¿no te he traído aquí para que pasemos la noche na más... ¡esto es lo que tu querías?
La dulzura y el amor de Vido calman de nuevo la ira de Sebastián :
--no, claro que no... a mi también me hubiera gustado pasar una luna de miel contigo pero ¿¿qué hago?
Sebastián pone cara de bueno y con su mejor sonrisa de conquistador le pregunta:
--no dejarías tu trabajo por mi?
Y si Vido estuviera solo no le importaría, se quedaría eternamente con Sebastián en esa cabaña:
--y de qué vamos a vivir? tengo un hijo que mantener...
--y entonces? --con desgana.
Vido tiene muy abrazado a Sebastián de la cintura. Lo besa, lo mira muy enamorado.
--que ha sido la noche más feliz de mi vida pero tenemos que regresar...
Tanto Vido como Sebastián están muy excitados. Sebastián se quiere llevar a Vido a su terreno:
--unas horas más, alquilé la cabaña para todo el mes... --dice pícaro.
--es que podemos seguir juntos en la ciudad... yo me sentiré más tranquilo amándote luego de haber dado la cara ante todos... --enamorado.
--es que tengo miedo de que finalmente tu madre, Silvia... te convenzan para que me dejes...
--Te juro que no hay nada en este mundo que haga que te deje...¡ Nada¡
Y la sentencia de Vido es tan segura que a Sebastián se le olvidan todos sus miedos. Lo acaricia con todo el amor del mundo:
--Mi Vido..
A Vido le estremece esa manera tan enamorada de llamarle, con el mismo amor él susurra su nombre. Se funden en un apasionado beso de fuego y van cayendo sobre la hierba. Salen a flote todas sus pasiones más calientes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario