lunes, 28 de junio de 2010

capitulo 37



Vido y Juan se abrazan. Es un abrazo de despedida pese a que Vido no deja de decir que su amistad está por encima de todo y Juan que sólo le importa no dejar de ser su amigo. Juan se traga sus lágrimas. No le quiere poner las cosas difíciles a Vido
--pero ¿¿Sebastián y tú son pareja?
--Si... me secuestró el día de la boda...
Juan está perplejo pero Vido no tiene tiempo de explicarle. Se baja los jeans... y aparece ante él esa parte del Vido que es toda una tentación y que tan deliciosamente ha saboreado y que ahora ya no le pertenece.
--¡¡necesito que me dejes la ducha y algo de ropa...¡
--si claro...
Vido se mete en la ducha.
--¡¡pero ven... necesito contarte muchas cosas...¡
Juan hubiera preferido no entrar ya que ahora que sabe que no podrá volver a hacer el amor es una tortura calentarse con su desnudez. Vido es feliz mientras llena su desnudo cuerpo de jabón y se lo acaricia. Juan lo mira con deseo, con ganas de hacer el amor pero aunque está tentado no lo seduce. Prefiere que sea su amigo el que ponga las nuevas normas ya que no quiere perderlo. Vido ya ha dejado las cosas claras y ante todo Juan lo respecta. No se separa de él. Cuando Vido sale de la ducha Juan ya le tiene preparada la ropa. Mientras se pone el boxers y agarra el jeans van hablando.
--¿en serio crees que me podrás conseguir un apartamento?
--si, sabes que tengo amigos en las inmobiliarias... te consigo un alquiler ya... --dice chasqueando los dedos...
--eso seria burda de bueno pana... --dice Vido mientras se abrocha los jeans.
--si tranquilo... yo me encargo de la fianza, de todo...
Vido lo mira con esa sonrisa que derrite a todo el mundo:
--te juro que te lo devuelvo
--a ver si se pueden mudar... hoy se pueden quedar aquí...
--en serio? --dice muy contento--- ¡¡te la comiste¡
Vido lo abraza:
--tu si que eres un amigo.
Y Juan se tiene que tragar su amor pero lo hace convencido porque para él no hay nada más importante que la amistad y la felicidad de Vido. Le duele verlo irse y casi se derrumba al pensar que nunca más se encontrarán en esa cama que ha sido testigos de tantas pasiones. No sabe cómo vivirá sin él, como su cuerpo de acostumbrará a otro hombre. Está atormentado pero no quiere sufrir. Vido es el hombre más feliz del mundo y eso también es su felicidad.

Como aún le queda un poco de tiempo primero pasa para ver a Silvia. Siente que su hijo merece esa explicación. Toca y toca pero no encuentra a Silvia. Llama a la vecina:
--perdone señora...
Le pregunta por Silvia y es la señora la que le dice:
--la muchacha se fue... a la pobre la dejaron plantada en el altar...
Vido lo siente como una puñalada, como si le arrancaran una parte de su ser:
--y no sabe donde fue?
--No, se la llevó el padre...
Vido se va vencido pero le hace una promesa a ese hijo que está por nacer:
--Te encontraré... nadie nos separará...
Está seguro que su padre no lo va a recibir bien pero también que es el único que le puede ayudar pero Martín tampoco le abre:
--¿¡¡es que se pusieron todos de acuerdo hoy?¡

Vido tiene que hacer un esfuerzo para cumplir con su jornada laboral pero lo hace ansioso y con una sonrisa pues no deja de pensar en que cuando acabe con sus obligaciones tendrá todo el día para dedicárselo a Sebastián. Nada mas salir Sebastián lo espera ya en la moto. Los enamorados se miran con complicidad. Sebastián le hace gestos. Va hacia una calle desierta y allá se besan con desesperación. Vido se refugia en sus brazos.
--te necesitaba tanto...
Sebastián lo ve demasiado angustiado:
--¿¿que pasó?
Con mucha tristeza Vido dice.
--Silvia se fue...
Vido no le quiere dar muchas explicaciones.
--Te lo explico en el camino.
Van a la casa del padre. En la ventana tiene colgado un tanga rojo. Vido se molesta.
--que raro es tu padre --dice extrañado.
--es la señal... --resignado.
--¿qué señal? --sorprendido
--Mi padre está cogiendo y si no llevo llaves ni se me ocurra interrumpirle...
--y claro no las llevas...?
--obvio...
Vido está triste y Sebastián lo abraza:
--porqué no nos vamos a algún lugarcito a amarnos --dice pícaro.
A Vido le apetece la idea pero antes quiere sacarse de encima almenos una de las conversaciones que tiene pendientes:
--vamos a hablar con mi madre...
Sebastián traga saliva.
--ahora...?
Vido le agarra de la mano:
--cuando antes afronte las cosas mejor...
Sebastián tiene miedo que sea el final. Los enamorados unen sus frentes muy cariñosos. Ante la puerta de donde Elizabeth se miran antes de tocar. Vido busca su conformidad. Sebastián hace que si con la cabeza. Vido llama. No les abren. Están nerviosos y se toman de la mano. En ese momento abre Elizabeth.
--¡¡¿¿que es esto? ¿¿Que haces aquí con esto??
La mujer no entiende nada. Los enamorados se miran nerviosos. Es un momento clave en su relación. Aunque Vido está decidido a amar a Sebastián pase lo que pase éste sabe que será muy difícil pasar por encima de la madre. Elizabeth fulmina con la mirada la tomada de manos de los chicos. Miguel que está detrás de ellos también se sorprende:
--¿¿que significa esto?
Se va a enfrentar a su hermano:
--¿¿que haces aquí?
Pero Vido se pone en medio, ya ha soltado a Sebastián. Mira a su madre:
--espero que te lo tomes con calma...
Elizabeth está asustada pero no puede creer que sea cierto lo que está pensando.
--¿¿¡que haces con este traidor...? --Miguel.
Vido mira a su madre con todo el amor que tiene hacia ella y le dice:
--te tengo que pedir perdón porque si Sebastián te sedujo fue para lastimarte a ti... Estamos enamorados... Nos vamos a vivir juntos...
Elizabeth siente una punzada en el alma. Sebastián abraza a Vido y dice:
--ya había hecho el amor con Vido pero creía que no me amaba y la pagué contigo...
Elizabeth sufre un ataque de nervios. No quiere escuchar más. Miguel agarra del cuello a Vido es muy agresivo:
--¡¡te ofrecí mi amistad y te reíste de mi¡
--¡¡es que ni yo mismo quería aceptar lo que me estaba pasando...¡
Miguel está como loco. Sebastián y Vido se miran asustados. Sebastián saca la cara por Vido:
--¡¡con él no te metas... la cosa es conmigo¡
Y Miguel que le tenia ganas a su hermano dice:
--¡¡encantado¡
Y lo tumba de un puñetazo. Sebastián se acaricia la barbilla desde el piso. Lleno de odio Miguel le va gritando:
--¡¡levántate si eres macho¡
Vido quiere ayudar a Sebastián pero Elizabeth se lo impide. Está muy dolida. Le parece monstruoso que Vido y el padre de su hijo sean amantes. Abofetea a Vido y con todo el rencor que siente dice:
--¡¡no sabes cuanto me alegro que no seas mi hijo... ¡¡que no hayas nacido de mi vientre¡¡
Son palabras que dice desde el rencor y cuando las dice ya se arrepiente pero que han matado a Vido.

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