viernes, 25 de junio de 2010

capitulo 32




Después de manejar durante horas, Sebastián se para.
--¡¡me muero del hambre¡
--si yo también tengo hambre... ¿queda mucho? Parece que me llevas al fin del mundo...
Sebastián le señala unas montañas que hay a lo lejos:
--detrás de esas montañas...
Vido lo mira perplejo:
--¿¡¡qué? ¿¡te has vuelto loco?
Y con ironía:
--no has encontrado algo más lejos?
Sebastián es muy amoroso:
--no me digas que no... es un lugar precioso... Quería un lugar muy alejado para vivir momentos de intimidad contigo, quería que estuviera lejos de todo por si querías escapar...
--¡¡y lo lograste, pana¡ ¡te la comiste¡ -- Vido irónico.
--No me digas que no --amoroso.
Vido le sonríe:
--No, claro que vamos... lo que pasa es que yo ya estoy cansado...
Lo mira pícaro y muy sensualmente le dice:
--cuando lleguemos no sé si me quedarán fuerzas para hacerte el amor.
Con cara de depravado Sebastián le dice:
--pues te lo hago yo...
Se miran y casi se besan pero se controlan porque la gente los mira. Se hablan en un susurro:
--me muero por besarte.
Los dos gimen solo de mirarse:
--pues tendrás que esperarte 10 horas... digo hasta que lleguemos a tu dichosa cabañita...
Vido se muestra muy sonriente. Los dos unen sus frentes. Se miran con mucho cariño. Entran en un bar. Vido mira todo hambriento:
--me comería un toro...
--puedes pedir lo que quieras...
Ambos piden bastantes pero es Sebastián el que se lo tiene que comer casi todo porque Vido se queda lleno en seguida.
--¿no es que tenia hambre?
--así es pero es que ya no puedo más...
--siempre has comido tan poco...?
--no pero últimamente tengo hambre pero me lleno enseguida.
Sebastián lo mira con cariño:
--con el aspecto de macho que tienes no pensé que fueses tan enfermizo...
--que pasó..?¡. tú deja que descanse y te daré tu merecido --dice pícaro.
Los dos se miran con deseo. Salen los dos juntos muy contentos. Se sienten como si estuvieran de luna de miel. Mientras se suben a la moto, Sebastián le dice:
--venga, que no te escapas de la noche de bodas.
Vido sonríe excitado y mientras lo abraza le dice.
--no se me ocurre nadie mejor para vivirla...
Sebastián y Vido huyen en la moto hacia el último tramo de la felicidad. Se bajan en un paradisíaco lugar desierto. Una pequeña cabaña junto a un río. Vido está muy emocionado.
--¡¡pana... esto es burda de bello¡ --dice Vido bajándose de la moto.
Sebastián lo abraza por la espalda:
--lo descubrí de niño, el dueño lo suele alquilar a parejas de enamorados... Me juré que un día llevaría a la persona que amo...
Vido se gira y lo mira emocionado.
--esto es lo mas lindo que alguien ha hecho por mi.
Se abrazan y vibran. Y se estremecen al mirarse y tocarse.
--Vido, mi Vido...
--Sebastián ...
Ambos jadean sus nombres, su voz tiembla de emoción. Se nombran y se dicen un te amo que les nace del alma. Se besan y les vibra la piel. Abrazados frente al río.
--no te apetece que nos bañemos en bolas...?
Los dos se miran picaros. Se devoran con los ojos. Con las manos:
--me apetece que hagamos cualquier cosa en bolas...
Sebastián se desnuda yendo al agua.
--¡¡maricon el ultimo¡
--¡¡eso no se vale¡ --protesta Vido.
A Vido le excita ver correr hacia el agua a Sebastián totalmente desnudo. Lo espera en la parte que no cubra, agita sus brazos, muestra su desnudez:
--¡¡venga, ya¡
Vido corre hacia él. Su respiración es entrecortada como si hubiera corrido mucho. Los amantes unen sus cuerpos. Se friegan, se rozan. Se lanzan agua, se bañan, se lanzan uno encima del otro... Sebastián aún tiene ánimos para más pero Vido sale del agua.
--¡¡ya no puedo más¡
--ya te has cansado...? ¡que flojo eres¡ ¡Eso me pasa por estar con un viejo --dice divertido.
Vido le guiña el ojo. Se tumba sobre la hierba.
--pero sigue tu... me encanta mirarte... --dice sensual.
Sebastián le tira agua:
--¡¡no, así no se vale, yo te traje aquí para que hagamos cosas juntos no para que me mires¡
Sebastián se tumba a su lado. Se miran enamorados.
--te amo...
--te amo...
--yo me quiero quedar aquí. Podríamos hablar con el dueño, que nos haga una oferta, que está sea nuestra casa... --dice Sebastián .
Hablan tomados de la mano y mirándose a los ojos. A Vido le encanta estar haciendo planes con Sebastián :
--me encantaría pero yo pero tengo mi trabajo...
--con tu madre cerca no nos podremos escapar... Ella nos hará la vida imposible --Sebastián con miedo.
--pero no podemos huir de ella... recuerda que yo tengo un hijo en camino. No quiero renunciar a él --dice enamorado.
--a mi no me gustaría renunciar al mío --con tristeza.
Vido y Sebastián se ponen los dos de lado para estar frente a frente mirándose a los ojos:
--lucharemos por nuestros hijos --dice Vido
Se besan. Sebastián no es tan optimista.
--no nos van a dejar estar juntos... tengo miedo que la ciudad, tu familia... que nos acabemos odíando de nuevo.
A Vido le enternece el miedo de Sebastián . Lo acaricia y le habla con todo el amor hacia él que ha estado reprimiendo:
--nos ha costado mucho llegar hasta aquí para dejar la lucha...
--tengo miedo.
Vido lo besa feliz, no deja de acariciarlo y muy seguro y enamorado le dice:
--una vez dije que el día que me enamorara iría a por todas y ahora que sé que tú me amas no te pienso dejar escapar.
A Sebastián le gusta escuchar hablar así. Los enamorados se besan apasionadamente.

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