viernes, 25 de junio de 2010

capitulo 27



Vido mira a Juan con mucho cariño.
--por favor. No me pongas las cosas más difíciles. Tú sabes que para mí eres alguien más especial pero ya no amor... yo ya no creo en el amor.
Los ojos de Vido se llenan de lágrimas. Lágrimas por Sebastián , Juan lo sabe pero prefiere hacer el que no importa. Besa a Vido en sus lágrimas. Los dos se van acarician, se van desnudando... Juan abre un cajón y prepara un par de preservativos pero Vido en seguida dice:
--solo uno... no estoy en forma prefiero ser solo pasivo...
Juan lo mira sorprendido.
--¿estás enfermo?
--no, solo en baja forma... me canso con nada...
Después del sexo, Vido se toca mucho la parte superior del abdomen, el lado derecho.
--tengo un dolor aquí que no se me pasa con nada... --se queja Vido.
Juan no le hace caso.
--son los nervios de la boda...
--que yo recuerde ya lo tenia de antes.
Pero Juan está demasiado celoso con esa boda de su amado para preocuparse por otra cosa.

Los días van pasando rápido aunque no suficientes para Silvia. Es una novia feliz, probándose su vestido. Se siente una princesa. Vido se prueba su traje. Todo le parece ridículo.
--es un circo...
Pero su padre está orgulloso. Es el que indica lo que se tiene que cambiar o no. Se quita el saco.
--venga... dame los pantalones --dice Martín.
Vido se va al probador. Se queda en slips. Su padre se aleja con los pantalones. Vido agarra sus jeans para ponérselos. En ese momento entra Sebastián. Vido se queda helado.
--¿¿¡¡que haces aquí?¡
Sebastián se queda impactado ante la belleza de la semidesnudez de Vido. A éste le pone muy nervioso que alguien los sorprende.
--¡¡si mi padre nos cacha ¿¿que le vamos a decir?¡
Sebastián cierra la puerta. Lo mira con deseo.
--estamos solo...
Sebastián lo mira pícaro. Le guiña el ojo. Vido no siente su deseo, cree que lo único que quiere es fregarle la vida. Se pone los jeans a todo prisa. A Sebastián le excita ver como se los sube, como se guarda los genitales. Se sube la cremallera, se abrocha los pantalones.
--¿¿¡que es lo que quieres?¡ --pregunta Vido alterado.
La sonrisa seductora de Sebastián desarma a Vido pero no se deja caer ya que está totalmente seguro que todo es una burla. A Sebastián le excitan mucho los pectorales de él.
--¿en serio te vas a casar y ante Dios...?
Eso le duele a Sebastián que siente que Vido es un hipócrita que se casa por la iglesia luego de acostarse con él. Vido no está dispuesto a que Sebastián lo humille y se muestra el novio enamorado:
--sí, ¿qué tiene...? estoy muy enamorado...
Eso molesta mucho a Sebastián . Los celos lo devoran por dentro. Se golpea los puños con rabia. Los ojos se le salen del coraje pero Vido no sabe ver los celos piensa que es pura mala leche para fastidiar. Sebastián, muerto de los celos y seguro que Vido no siente nada por él, le escupe todo el veneno que aún le queda:
--¡¡pues tiene que si lo haces cuando el sacerdote les pregunte a todos aquello de si hay alguien que tenga algo que decir hable ahora o calle para siempre yo diré que cogimos y que soy el padre de tu futuro hermano...¡
Aunque Sebastián lo ha decepcionado no puede creer que su maldad llegue tan lejos:
--no te atreverás...
Es una suplica, un no lo hagas por favor. Y ya no por la boda sino por su madre, sus hermanos y porque no soportaría descubrir que el hombre que ama es aun más mezquino. Sebastián sonríe amenazante. Le gusta ver a Vido asusta. Es algo que le excita.
--¿que no? ¡¡Tu sabes que soy capaz de todo¡
Vido lo mira desesperado.
--¿¿que te hice para que me odies de esta manera? ¡¿Que?¡
Los dos se agarran el uno al otro con ansiedad:
--en serio quieres saberlo?
Y se lanzan el uno sobre el otro y se besan. Es un fuego que los desgarra a los dos. Sebastián se vuelve loco por el pecho desnudo de él:
--¡¡vamos a un hotel.... hagamos el amor...¡¡¡ --jadea Sebastián jadeante.
Los dos se desean y se aman, Vido está apunto de caer pero no. Le da un pequeño empujón estrellándolo contra la puerta. Los dos están muy sofocados porque no hay otra cosa que desean más que una rica fornicación pero Vido aunque lo desea no quiere sentirse humillado, no quiere que Sebastián lo use de desahogo.
--¡¡no volverás a burlarte de mi¡
Sebastián se muere de rabia. No le dice nada pero lo mira a puro odio.
--¡¡me usó una vez y ya no me quieres mas¡ --dice para sí.
Como un loco y muy amenazante le dice:
--no te vas a casar... ¡¡yo lo voy a impedir¡
Vido lo mira herido. Le duele que sea así. No se da cuenta que lo odía porque lo ama, cree que su odio hacia él es por pura maldad.
--yo trataré de hacer mi vida olvidando que te conocí... tu veras lo que haces...
Vido se va. Sebastián grita.
--¡¡no te vayas...¡¡no¡
Golpea la pared.
--¡¡te amo¡
Vido ha salido corriendo de la tienda. Al girar la esquina Vido rompe a llorar.
--es un monstruo... y lo amo... ¿¡porqué lo amo tanto?¡
Ha corrido un poco y está muy agotado. Tiene un dolor persistente en el abdomen. Martín sale de la tienda preocupado. Vido lo espera más allá.
--¿te sientes bien? ¡¡tienes mala cara¡
--estoy algo cansado...
A Martín le preocupa la debilidad de su hijo.
--ven, vamos a comer algo... te vendrá bien...
--no, no tengo hambre...
--pero si siempre has sido de muy buen comer...
--si pero de un tiempo a esta parte apenas tengo hambre...
--¿¿que te pasó?¿porqué saliste? Oí un grito en el mostrador... creí que eras tú... suerte que te vi correr... ¿¿que pasó?
Vido fuerza una sonrisa:
--los nervios de la boda. No me hagas caso.
Martín abraza a su hijo con orgullo. Es el que más ilusionado está con la boda.

Sebastián va a buscar a Lucho. Éste se sorprende al verlo.
--¿¿que haces aquí?
Sebastián quiere seducirlo pero ya es tarde.
--ya sé que me traicionaste pero ahora tienes la oportunidad de...
Lucho no lo deja seguir.
--No me interesa lo que me tienes que decir.
Sebastián se desespera.
--¡¡no me puedes hacer esto...¡ ¡¡si eres mi amigo me tienes que ayudar¡
Lucho le señala la puerta:
--¡¡vete¡
Sebastián se va furioso. Sus ojos llenos de odio.
--¡¡esa boda no se llevará a cambio...¡ ¡¡sea como sea no se casaran¡

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